Polilla tramposa es un juego de rapidez y trampas en el que intentarás deshacerte de todas las cartas de tu mano para ganar. En cada partida, uno de los jugadores empieza como el «chinche guardián», que vigila los demás jugadores, intentando pillarles haciendo trampas. Si un jugador tiene una polilla en la mano, tiene que deshacerse de ella sea como sea, pero debe tener cuidado cuando lo haga para que no lo pille el jugador que hace de chinche guardián. El chinche es el único jugador que puede jugar cartas de polilla como una carta normal. En este juego, hay que aprovechar las distracciones de las cartas de acción para hacer trampas.
Es un juego divertidísimo para jugar tanto en familia como con los amigos y se puede llevar a cualquier parte por su pequeño tamaño.
De 3 a 5 jugadores.
Edad recomendada: a partir de 7 años.